VATICANO,
En la Audiencia General de este 7 de septiembre, el Papa Francisco dedicó su catequesis semanal a San Ignacio de Loyola como ejemplo de discernimiento.
"Ignacio, tiene la primera experiencia de Dios escuchando su propio corazón. Y esto es lo que nosotros tenemos que aprender: escuchar el propio corazón. Para entender qué sucede, cuál decisión tomar, cuál juicio dar a una situación… escuchar el propio corazón", dijo el Santo Padre.
A continuación, la catequesis pronunciada por el Papa Francisco:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Proseguimos nuestra reflexión sobre el discernimiento. Este tiempo hablaremos cada miércoles sobre el discernimiento espiritual. Y para esto puede ayudarnos hacer referencia a un testimonio concreto.Uno de los ejemplos más instructivos nos lo ofrece San Ignacio de Loyola, con un episodio decisivo de su vida.
Ignacio se encuentra en casa convaleciente, después de haber sido herido en batalla en una pierna. Para liberarse del aburrimiento pide leer algo. A él le encantaban los cuentos de caballería, pero lamentablemente en casa había solo vidas de santos. Un poco a regañadientes se adapta, pero durante la lectura comienza a descubrir otro mundo, un mundo que lo conquista y parece competir con el de los caballeros. Se queda fascinado por las figuras de San Francisco y de Santo Domingo y siente el deseo de imitarlos. Pero también el mundo caballeresco sigue ejerciendo su fascinación sobre él. Y así siente dentro de sí esta alternancia de pensamientos, los caballarescos y los de los santos, que parecen ser equivalentes.