BUENOS AIRES,
El Obispo de Puerto Iguazú, Mons. Joaquín Piña, recordó la vocación misionera de cada cristiano y afirmó que “la Iglesia no es un club, un country donde nos refugiamos los que le tenemos miedo al mundo. Todo cristiano tiene una misión, un encargo que es enviado a cumplir”.
El Prelado explicó que esa misión puede cumplirse de muchas maneras. “No es necesario que todos nos vayamos a ultramar. Pero no podemos ser indiferentes ante un mundo que no conoce a Jesucristo. Actualmente son más de 4 mil millones los no cristianos. Pero la realidad es que, de los 2 mil millones de cristianos, ¿cuántos lo somos de verdad?”
“Algunos hasta parece que tienen vergüenza de presentarse como cristianos, o niegan con su vida que lo sean. Los que vivimos aquí, en esta provincia que se llama Misiones, tendríamos que ser doblemente misioneros. No solamente porque nacimos, o recalamos en esta bendita tierra, sino porque somos herederos de los antiguos misioneros, y como ellos, tenemos la obligación de ser testigos de la fe para nuestros hermanos”, afirmó el Obispo.
Asimismo, el Prelado resaltó que la tarea no consiste en “hacer grandes cosas, fuera de lo común de cada día. Hay quienes siempre están pensando en algo nuevo y extraordinario. Sin embargo, la santidad no está en esto, en lo espectacular. Los santos no son santos porque hicieron milagros, sino porque trataron de ser fieles en el día a día”.
Los santos –añadió–, son quienes “amaron mucho a Dios y al prójimo, y lo demostraron en estas pequeñas cosas. A veces, delicadezas mínimas, como en una buena relación, y sobre todo en el matrimonio”.
para ser un buen cristiano