P. Uriel Vallejos escapando de Nicaragua. Foto cortesía
El P. Uriel Vallejos, sacerdote que logró escapar de la persecución de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua contra la Iglesia Católica, pidió no acomodarse "al silencio".
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"Es el momento de demostrar de qué lado estamos, del lado de la verdad o del confort.
No nos acomodemos al silencio, sobrevivencia y negociaciones", escribió el sacerdote en su cuenta de Twitter el 4 de septiembre.
"La libertad y la vida no se deben negociar", subrayó.
El P. Uriel Vallejos logró escapar de la dictadura en días recientes. Él era director general del Canal y Radio Católica de Sébaco, clausurados por la dictadura el pasado 1 de agosto.
Ese día la policía orteguista irrumpió en las instalaciones de la radio y mantuvo luego al sacerdote secuestrado en la parroquia Divina Misericordia de Sébaco, hasta el 4 de agosto.
Una fuente de la Iglesia en Nicaragua, que prefiere mantenerse en el anonimato por razones de seguridad, dijo a EWTN Noticias que el sacerdote logró salir del país centroamericano.
"El P. Uriel está fuera del país. Los trabajadores de los medios de comunicación ya no están laborando. La orden era detener al P. Uriel. Tuvo que salir por puntos ciegos", dijo.
"Hasta pronto mi bello país de lagos y volcanes. Espero con esperanza que no dejemos solo a Mons. Rolando Álvarez, nuestro obispo que se ha sacrificado por nuestro país", dijo el P. Uriel en su cuenta de Twitter.
"Es el momento de la unidad. Las personas no se negocian porque no son cosas.
Esperamos la pronta liberación de mi obispo, de los sacerdotes, seminaristas y laico", resaltó.
Entre los sacerdotes que están actualmente en la cárcel de torturas El Chipote, en Managua, figuran el P. Oscar Benavidez, de la Diócesis de Siuna; el P. Ramiro Tijerino, P. José Luis Diaz, el P. Sadiel Eugarrios y el P. Raúl González.
También han sido encarcelados en esa prisión los seminaristas Darvin Leyva y Melquín Sequeira; y el camarógrafo Sergio Cárdenas, de la Diócesis de Matagalpa.
A excepción del P. Benavidez, todos los demás fueron detenidos en la madrugada del viernes 19 de agosto en el Obispado de Matagalpa, cuando la policía de la dictadura de Ortega secuestró a Mons. Rolando Álvarez, ahora en prisión domiciliaria en Managua.
Para concluir su mensaje del 4 de septiembre, el P. Uriel escribió: "Bendiciones a todos hasta el regreso en tierras de liberación. ¡Viva Nicaragua libre!".
Colaboró con este artículo Nickolas García, periodista de EWTN Noticias.
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