Mónica Caballero Andrade, psicóloga del Centro Areté, destacó que "realizar un proceso de reconciliación personal nos permite llegar a la raíz de las diversas problemáticas psicológicas y sanar esas heridas que muchas veces son la causa incluso de trastornos psicológicos como la depresión o ansiedad".
La psicóloga católica señaló que "el proceso de reconciliación personal propuesto por el Centro Areté es un camino para sanar heridas afectivas el cual consta de cuatro pasos: identificar la herida, aceptarla, perdonar y reconciliarse con el ofensor".
"A lo largo del proceso psicoterapéutico se puede ir identificando la herida afectiva que está asociada con la problemática psicológica que es el motivo de consulta de la persona", señaló.
Luego se trabaja "en cada uno de los cuatro pasos en el orden propuesto, a través de algunos ejercicios propuestos en el libro Reconciliación de la Historia Personal", dijo.
"El objetivo, es que la persona avance en el proceso de reconciliación personal de la herida afectiva, que le causa dolor, tristeza o ansiedad".
Caballero Andrade aseguró que para ella, el trabajo de reconciliación personal "es uno de los más importantes" en el proceso terapéutico, pues "a través de éste podemos llegar a la causa principal de la problemática del consultante, y ayudarlo a sanar las heridas que más lo están afectando para que pueda encontrar paz interior y evitar futuras recaídas".