El gobierno del izquierdista Gustavo Petro ordenó que Colombia no asistiera a la sesión de la OEA que condenó la persecución de la dictadura de Nicaragua contra la oposición y la Iglesia Católica, reveló un medio colombiano.
El 12 de agosto el Consejo Permanente de la OEA aprobó una resolución que condenó "enérgicamente el cierre forzado de organizaciones no gubernamentales, así como el hostigamiento y las restricciones arbitrarias de organizaciones religiosas y de las voces críticas del gobierno y sus acciones en Nicaragua".
En los últimos meses, la dictadura de Daniel Ortega ha arreciado la persecución contra la Iglesia Católica al expulsar a las Misioneras de la Caridad, cerrar medios de comunicación católicos, acosar a sacerdotes, mantener en arresto domiciliario al Obispo de Matagalpa, Mons. Rolando Álvarez, entre otras acciones.
El documento titulado "La situación en Nicaragua" fue aprobado con 27 votos a favor, 4 abstenciones (El Salvador, Honduras, Bolivia y México) y un voto en contra (San Vicente y las Granadinas). De los 34 miembros, estuvieron ausentes Nicaragua y Colombia.
La ausencia de la delegación colombiana fue criticada dentro y fuera del país. Además, se trató de la primera actuación ante la OEA del gobierno de Gustavo Petro, político de izquierda que fue miembro de la extinta guerrilla M-19 y que asumió como presidente el 7 de agosto.
Luis Ernesto Vargas, anunciado por Petro como embajador ante la OEA, argumentó el 14 de agosto que no asistió porque aún no había presentado los documentos para la posesión del cargo.