VATICANO,
El Papa Franciso pidió a los cardenales en la Misa que concluyó el consistorio extraordinario no dejar de "maravillarse" y "salir de esta celebración, y de esta convocación cardenalicia, más capaces de anunciar a todos los pueblos las maravillas del Señor".
En la tarde de este martes 30 de agosto, el Papa Francisco presidió una Misa en la Basílica de San Pedro del Vaticano, en la que participaron 4.500 personas entre las que se encontraban los cardenales de todo el mundo que han viajado hasta Roma para asistir al consistorio extraordinario.
Al comienzo de su homilía, el Papa Francisco señaló que "lo que nos maravilla no es el plan de salvación en sí mismo, sino el hecho -aún más sorprendente- de que Dios nos involucre en este designio suyo".
Además, aseguró que "estas palabras del Resucitado tienen aún, a dos mil años de distancia, la fuerza de hacer vibrar nuestros corazones".
El Santo Padre explicó a continuación que el Señor ha pedido a todos los cardenales lo mismo que le pidió a los apóstoles: la decisión divina de evangelizar el mundo.
"Hermanos, este estupor es una vía de salvación. Que Dios lo conserve siempre vivo en nosotros, porque eso nos libera de la tentación de sentirnos 'a la altura', de alimentar la falsa seguridad de que la situación actual es en realidad distinta a la de aquellos comienzos", defendió el Papa Francisco.