VATICANO,
El Papa Francisco se dirigió en papamóvil a la Basílica de Santa María in Collemaggio, donde presidió la Santa Misa, el rezo del Ángelus y el rito de la apertura de la Puerta Santa.
A continuación, la homilía completa del Papa Francisco:
Los santos son una explicación fascinante del Evangelio. Sus vidas son el punto de vista privilegiado desde el que podemos vislumbrar la buena noticia que Jesús vino a proclamar, a saber, que Dios es nuestro Padre y que todos son amados por Él. Este es el corazón del Evangelio, y Jesús es la prueba de este Amor, su encarnación, su rostro.
Hoy celebramos la Eucaristía en un día especial para esta ciudad y para esta Iglesia: el Perdón Celestino. Aquí se conservan las reliquias del santo Papa Celestino V. Este hombre parece darse cuenta plenamente de lo que hemos escuchado en la primera lectura: "Cuanto más grande seas, más humilde debes ser, y encontrarás gracia ante el Señor" (Sir 3,18).
Recordamos erróneamente la figura de Celestino V como "el que hizo la gran negativa", según la expresión de Dante en la Divina Comedia; pero Celestino V no era el hombre del "no", era el hombre del "sí". De hecho, no hay otra manera de lograr la voluntad de Dios que asumiendo la fuerza de los humildes.
Precisamente por serlo, los humildes parecen débiles y perdedores a los ojos de los hombres, pero en realidad son los verdaderos ganadores, porque son los únicos que confían plenamente en el Señor y conocen su voluntad. En efecto, es "a los mansos a quienes Dios revela sus secretos". [...] Por los mansos es glorificado" (Sir 3,19-20).