VATICANO,
En su homilía dirigida a los fieles presentes en la Basílica de Santa María in Collemaggio de L'Aquila, el Papa Francisco aseguró que quien sabe lo que significa perderlo todo, "puede atesorar el don de la misericordia".
Tras su llegada a L'Aquila, el Papa Francisco realizó una visita privada a la Catedral de la Piazza Duomo y más tarde se reunió con las familias víctimas del terremoto de 2009.
Posteriormente, se dirigió en papamóvil a la Basílica de Santa María in Collemaggio, donde presidió la Santa Misa, el rezo del Ángelus y el rito de la apertura de la Puerta Santa.
Al comienzo de su homilía, el Papa recordó que "hoy celebramos la Eucaristía en un día especial para esta ciudad y para esta Iglesia: el Perdón Celestino".
"Aquí se conservan las reliquias del santo Papa Celestino V. Este hombre parece darse cuenta plenamente de lo que hemos escuchado en la primera lectura: 'Cuanto más grande seas, más humilde debes ser, y encontrarás gracia ante el Señor'", aseguró.
Más tarde, el Santo Padre lamentó que "los humildes parecen débiles y perdedores a los ojos de los hombres".