El Nuevo Chipote, o simplemente el Chipote, se inauguró en febrero de 2019 en reemplazo de la antigua cárcel del mismo nombre, y pronto fue conocido como una cárcel de torturas, lugar donde ahora la dictadura de Nicaragua mantiene secuestrados a varios sacerdotes católicos.
Entre los sacerdotes que están actualmente en esta cárcel están el P. Oscar Benavidez de la Diócesis de Siuna; además de Ramiro Tijerino, José Luis Diaz, Sadiel Eugarrios y Raúl González; los seminaristas Darvin Leyva y Melquín Sequeira; y el camarógrafo Sergio Cárdenas, de la Diócesis de Matagalpa.
A excepción del P. Benavidez, todos los demás fueron detenidos en la madrugada del viernes 19 de agosto en el Obispado de Matagalpa, cuando la policía afín a la dictadura de Daniel Ortega secuestró a Mons. Rolando Álvarez, ahora en prisión domiciliaria.
Según Nicaragua investiga, la dictadura de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo habría gastado unos 183 millones de córdobas en la construcción del nuevo reclusorio, aproximadamente 5 millones de dólares.
El sitio web señala que si bien ya se sabía que en el Chipote se realizaban torturas, eso se hizo más evidente desde mayo de 2021 cuando la dictadura emprendió una nueva ola de arrestos de opositores, incluyendo candidatos presidenciales.
El diario argentino La Nación señala que "el Chipote se ha convertido en la mazmorra más oscura de la pareja presidencial, pero también en una piedra angular de la represión" donde los guardias impiden a los recluso hablar entre ellos.