La asociación española de laicos católicos Enraizados ha lanzado una campaña de denuncia de la situación de vulneración de la libertad religiosa en Nicaragua y advierte que "todo lo que está pasando no sale en los telediarios, pero es extremadamente grave".
Enraizados se dirige al ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de España, José Manuel Albares, a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos para que "tomen medidas para poner fin a estas persecuciones, agresiones y movilizaciones de odio" en Nicaragua.
La campaña también reclama a estas instituciones que condenen la persecución religiosa en el país, recrudecida en los últimos meses, aunque lleva años produciéndose.
Enraizados denuncia que "los cristianos están sufriendo en Nicaragua una terrible persecución llena de agresiones y odio, no solamente a ellos como personas por profesar la fe católica, sino también a las Iglesias y nuestros símbolos".
A este respecto, se destaca que "la imaginería y los templos católicos están siendo profanados y destruidos por fanáticos anticatólicos". Estos actos vandálicos, subrayan, están "promovidos por el totalitarismo dictatorial del Gobierno nicaragüense y protegidos por las Fuerzas de Seguridad".
"No podemos quedarnos impasibles ante esta persecución, porque todos sabemos que el mal triunfa cuando los buenos no hacen nada". Esta es la razón por la que, se incide en la campaña, "no podemos quedarnos indiferentes ante tal barbarie e injusticia".