VATICANO,
En la mañana de este miércoles 17 de agosto, el Papa Francisco dio su catequesis sobre "El Anciano de los días: La vejez tranquiliza sobre el destino a la vida que ya no muere. (Lectura: Dn 7,9-10).
A continuación, el texto completo del Papa Francisco:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Las palabras del sueño profético de Daniel, que hemos estado escuchando, evocan una visión de Dios tan misteriosa como radiante. Se retoma al principio del libro del Apocalipsis y se refiere a Jesús resucitado, que se presenta al vidente como Mesías, Sacerdote y Rey, eterno, omnisciente e inmutable (1.12-15).
Pone su mano en el hombro del Vidente y le tranquiliza: "¡No temas! Yo soy el Primero y el Último, y el Viviente. Estaba muerto, pero ahora vivo para siempre" (vv. 17-18). Así desaparece la última barrera de miedo y angustia que siempre ha suscitado la teofanía: El Viviente nos tranquiliza. Nos da seguridad. Él también ha muerto, pero ahora ocupa el lugar que le corresponde: el del Primero y el Último.
En este entretejido de símbolos, hay un aspecto que quizás nos ayude a comprender mejor la conexión de esta teofanía, esta aparición de Dios, con el ciclo de la vida, el tiempo de la historia, el señorío de Dios sobre el mundo creado. Y este aspecto tiene que ver precisamente con la vejez.