El Arzobispo de Bogotá (Colombia), Mons. Luis José Rueda Aparicio, se solidarizó con la Iglesia que está siendo perseguida por la dictadura en Nicaragua y llamó a los fieles a no desanimarse por estas situaciones, pues en medio de las persecuciones está el consuelo de María, "que nos llena de esperanza" al haber sido llevada en cuerpo y alma al Cielo.
Durante la Misa celebrada ayer por la Solemnidad de la Asunción de María, el Prelado se refirió a la situación que afronta la Iglesia Católica en Nicaragua en las últimas semanas, con sacerdotes acosados y el Obispo de Matagalpa, Mons. Rolado Álvarez, asediado desde el 4 de agosto en su sede episcopal.
"El P. Jorge, párroco de la catedral, nos leyó el mensaje de solidaridad con la Iglesia perseguida en Nicaragua, y hay persecución en distintas partes del mundo a aquellos que anuncian el Evangelio, pero en medio de la persecución hay consuelo", expresó Mons. Rueda Aparicio.
El Arzobispo de Bogotá dijo a los fieles que ante estos atropellos "no podemos nosotros desanimarnos, no podemos perder las fuerzas y la alegría misionera. Debemos continuar en medio de las persecuciones sociales, culturales".
El Prelado aseguró que en medio de las persecuciones externas e internas, "que tenemos en ese combate interno de cada uno de nosotros, hay un consuelo: mirar a María que nos llena de esperanza y de consuelo cuando es asunta al Cielo".
En ese sentido, Mons. Luis José Rueda recordó que el libro del Apocalipsis menciona la persecución del dragón rojo que quiere devorarse al niño que está en el vientre la mujer "vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas".