Un experto en libertad religiosa criticó que el gobierno del presidente Joe Biden en Estados Unidos está abandonando la defensa de ese derecho esencial de las personas y que, al mismo tiempo, busca imponer la agenda del lobby LGBTQI (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales, queer e intersexuales).
Así lo indicó Thomas Farr, presidente del Instituto de Libertad Religiosa, en el artículo titulado "La diplomacia estadounidense abandona la libertad religiosa", publicado en el Wall Street Journal.
Farr, que fue director de la Oficina de Libertad Religiosa Internacional del Departamento de Estado entre 1999 y 2003, resaltó que la libertad religiosa "es tan sacrosanta que merece una protección especial en nuestra Constitución".
Sin embargo, criticó, no solo ha desparecido el consenso bipartidista que reconocía respetarla sino que ahora, "según la ortodoxia moral imperante, la práctica religiosa no solo no se celebra; sino que es cada vez menos tolerable".
Ahora, lamentó Farr, quienes "afirman las creencias tradicionales sobre la vida humana y la naturaleza, desde el aborto hasta el matrimonio, pasando por las distinciones entre los sexos, son considerados peligrosos para la democracia".
"Especialmente preocupante es que tales llamadas a menudo provienen del gobierno, cuyo deber es defender los derechos religiosos", denunció el experto.