ROMA,
El arzobispo anglicano irlandés Robin Eames declaró que la Iglesia Anglicana está considerando realizar significativas reformas en su estructura organizativa para impedir la profundización de la crisis y evitar una ruptura tras la ordenación de un obispo abiertamente homosexual.
Eames, quien preside una comisión establecida para dirigir a la Comunión Anglicana a través de la crisis que ha dividido seriamente a sus 70 millones de miembros, señaló que las opciones que se están considerando incluyen la elaboración de una constitución formal o transformar a la Comunión Anglicana en una federación donde sus miembros gocen de una “mayor libertad”.
Robien Eames preside la Comisión Lambeth, creada el año pasado por el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, con el objetivo de manejar la crisis más grave de la Iglesia Anglicana desde que autorizara la ordenación sacerdotal de mujeres.
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