El Obispo de San Cristóbal de las Casas, Mons. Felipe Arizmendi, rechazó la “lucha encarnizada” por el poder entre los partidos políticos y afirmó que “lo que anhelamos es que todos, incluyendo los políticos, nos unamos en una nación nueva, justa y fraterna”.
El Prelado explicó que dentro de las actitudes cristianas deben destacar las que se apliquen a nivel social. “Demostremos ser discípulos de Jesús si superamos las actitudes de desprecio a los indígenas y a los pobres; si nos tratamos como hermanos, a pesar de nuestras diferencias religiosas, culturales, económicas o políticas”, resaltó el Obispo.
“Entre políticos –agregó– y la mayoría que se confiesa cristiano, debería traducirse en un respeto mutuo, evitando denostarse con interpretaciones arbitrarias y calumniosas de todo cuando digan o hagan los de otros partidos”.
Asimismo, el Prelado afirmó que “la lucha legítima por el poder no tiene que fincarse en ofensas, calumnias ni diatribas desesperadas, sino que impere el diálogo y sobre todo el respeto”.
Mons. Arizmendi advirtió que “nadie debe obligar a los mexicanos a apoyar a un partido político” porque “cada uno es libre de aceptarlo o rechazarlo”; y añadió que “nosotros no estamos casados con ningún partido, con ninguna organización, con ningún programa, con ningún gobierno”.
“Lo que nos corresponde es promover que todos se amen como hermanos”, concluyó el Prelado.