De acuerdo con la narración del momento en el cual Santa Clara partió para la Casa del Padre, antes de morir exhortó a las hermanas clarisas "a vivir la pobreza de Jesucristo", recordó "con ponderación los beneficios que había recibido de Dios" y suplicó "la gracia de una abundante bendición sobre todas las hermanas pobres, tanto presentes como futuras".
Además, durante aquel momento en el convento de Asís de San Damián, junto a las religiosas que acompañan a Santa Clara estuvieron también algunos frailes franciscanos, como el hermano Ángel y el hermano León.
Según describe el relato, las últimas palabras de Santa Clara fueron: "Vete en paz ama mía, que llevas buena escolta para el viaje. Porque Aquel que te creó, luego te santificó y puso en ti el Espíritu Santo. Y siempre te ha guardado como la madre al hijo que ama. ¡Bendito seas Señor porque me has creado!".
Finalmente, en la vigilia solemne se entonó el himno del Te Deum y algunos fieles escribieron intenciones de oración por las que rezarán especialmente las monjas clarisas de este Monasterio de clausura.
Asimismo, el Monasterio de Santa Clara en Roma celebra la Solemnidad este 11 de agosto con dos Eucaristías, una por la mañana y otra por la tarde, esta última será presidida por el Obispo Auxiliar de Roma, Mons. Paolo Ricciardi.