Mientras que en los meses más difíciles de la pandemia de COVID-19, resultó muy fácil cerrar espacios públicos, entre ellos las iglesias católicas, para prevenir el contagio del virus en espacios cerrados, actualmente parece muy difícil para las autoridades políticas y sanitarias frenar las orgías gay para reducir la propagación de la viruela del mono. ¿Por qué?
Para Grazie Christie, médico y asesora senior de políticas de The Catholic Association de Estados Unidos, podría haber "razones ideológicas o políticas", y lamentó que "la medicina cada día se politiza más y más".
Entrevistada por ACI Prensa, Christie dijo que "fue fácil para las autoridades recomendar el cese de actividades vitales, como la escolarización de los niños, durante el Covid".
"Esto afectó a todos, sin excepción. O, debería decir, con la excepción de las protestas y disturbios de Black Lives Matter que, por alguna extraña razón, fueron declarados 'seguros'", indicó.
Para la médico de origen hispano, detrás de la dificultad para detener conductas homosexuales riesgosas para la salud pública, se podría encontrar "el mismo tipo de razonamiento que usa razones ideológicas o políticas para declarar algunos comportamientos seguros y otros inseguros, o resulta en que algunos comportamientos se declaren fuera del alcance de las recomendaciones de restricción de seguridad, como el sexo gay grupal".
El brote actual de viruela del mono o viruela símica comenzó en los primeros días de mayo de 2022, y expertos apuntan a que el disparo en el número de contagios de la enfermedad, normalmente endémica en naciones africanas, se dio tras dos grandes fiestas gay en España y Bélgica.