Un doctor en teología moral respondió a la Pontificia Academia para la Vida y precisó que la enseñanza de la encíclica Humanae vitae sobre los anticonceptivos son parte del magisterio ordinario y universal, y por lo tanto no puede cambiar.
El P. Thomas Petri, presidente de la Casa de Estudios Dominicos en Washington D.C. (Estados Unidos), explicó que incluso quienes critican la enseñanza católica sobre los anticonceptivos han "reconocido que esta siempre ha sido la enseñanza de la Iglesia", y que nunca ha existido permisividad ante cualquier forma de anticoncepción.
"Esto sugiere que esta siempre ha sido la enseñanza de la Iglesia y entonces es parte del magisterio ordinario y universal", resaltó el sacerdote dominico.
"Entonces, si fuera el caso que una encíclica particular" como la Humanae vitae "no es infalible, la enseñanza que presenta sí es de hecho irreformable porque es parte del magisterio ordinario y universal", precisó el doctor en Teología.
En la encíclica Humanae vitae de 1968, el Papa San Pablo VI escribió que "hay que excluir igualmente, como el Magisterio de la Iglesia ha declarado muchas veces, la esterilización directa, perpetua o temporal, tanto del hombre como de la mujer".
"Queda además excluida toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación", escribió el Papa.