21 de noviembre de 2024 Donar
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11 datos sobre el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, fundado por un emperador

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (España)./ Crédito: David Mapletoft (CC BY 2.0)

El diácono mártir San Lorenzo, torturado en una parrilla de hierro, es recordado cada 10 de agosto por la Iglesia Católica. A menos de 50 kilómetros de la capital de España se alza a los pies del monte Abantos el Monasterio de El Escorial, dedicado a su memoria, considerado como la octava maravilla del mundo. 

El lugar fue edificado por orden del emperador Felipe II en el siglo XVI y entre sus muros se atesoran decenas de historias, leyendas y anécdotas preservadas a lo largo de más de cuatro siglos. 

1. Reyes españoles y monasterios

Desde la Reconquista, siempre se ha relacionado un monasterio con la Corte. La dinastía de los Trastámara, los Reyes Católicos, lo hizo de la mano de la Orden Jerónima. Sus sucesores, los Habsburgo, conocidos como los Austria, siguen la tradición. 

El Emperador Felipe II, hijo de Carlos I, ubica la capital en Madrid, pero distribuye la Corte en diferentes lugares. Son los llamados Sitios Reales. Entre ellos, se encuentra el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. 

2. San Lorenzo y San Quintín

Si el monasterio está dedicado a San Lorenzo se debe a dos razones principales. La primera es que la importantísima victoria española en la batalla de San Quintín en 1557 contra el ejército francés se produjo un 10 de agosto, fiesta del mártir. 

La segunda es que, al parecer, el emperador Felipe II era devoto del diácono romano desde niño. 

También se barajó el nombre de San Lorenzo de la Victoria, pero finalmente adoptó el nombre de la localidad contigua, El Escorial. 

3. Panteón Real

El Monasterio de San Lorenzo de El Escorial está pensado para albergar los restos mortales de los reyes españoles. Hasta la llegada de los Austria, eran enterrados en Granada, donde descansan los Reyes Católicos. 

Así, en el Panteón Real están enterrados todos los monarcas españoles reinantes y sus consortes desde el emperador Carlos I hasta nuestros días. Con dos excepciones, una por ausencia y otra por inclusión. 

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El Rey Felipe V, primero de la Casa Borbón, prefirió ser enterrado en el Palacio de la Granja de San Ildefonso, en Segovia. Por otro lado, en el Panteón Real fue inhumado el Conde de Barcelona, Don Juan de Borbón, abuelo del rey Felipe VI por deseo de su hijo, Juan Carlos I. Don Juan nunca reinó en España. 

4. El emperador pide permiso a los monjes para construirlo

Pese a ser un emperador casi todopoderoso en cuestiones seculares, Felipe II no podía levantar el monasterio dedicado a San Lorenzo sin pedir permiso a los monjes. Así lo hizo con los jerónimos del cenobio de San Bartolomé de Lupiana (guadalajara) el 16 de abril de 1561. 

Son los monjes jerónimos los que eligen el lugar, a los pies del Monte Abantos, en la Sierra del Guadarrama, cerca de Madrid. 

5. Mitos y leyendas

Una leyenda medieval detalla que el demonio vivió en una cueva a los pies del Monte Abantos y, según otra, una de las siete puertas que llevan al infierno creadas por un ángel caído está precisamente en el lugar de construcción del monasterio. 

También se cuenta que cuando los monjes jerónimos hicieron los estudios para determinar el lugar de construcción, una gran tormenta les azotó en el lugar, lo que fue entendido como una señal de resistencia del demonio.

Estas historias circularon igualmente entre los obreros que construyeron el monasterio, de tal manera que culpaban de los accidentes que se producían a la presencia de un perro negro, identificado como el Can Cerbero que guarda las puertas del infierno, y que merodeaba por el lugar. El perro fue muerto y colocado en una de las torres del monasterio para que nadie dudara de que se trataba sólo de un can. 

6. Vinculación con la Basílica de San Pedro

El Papa nombró al arquitecto Juan Bautista de Toledo para el diseño del lugar. Probablemente era conocida su destreza, ya que había ejercido como arquitecto adjunto en la construcción de la basílica de San Pedro del Vaticano y había colaborado con Miguel Ángel Buonarroti. Fue nombrado arquitecto real y realizó los primeros planos en 1562. Las obras comenzaron un año después. 

Muerto Toledo, fue designado Juan de Herrera para acometer el importante encargo. Herrera era un renacentista, en todo su sentido. Hombre de ciencias, de letras y de milicia, formó parte de la guardia personal del emperador Carlos I hasta sus últimos días en el Monasterio de Yuste en Extremadura. 

Juan de Herrera es quien da nombre al reconocido estilo herreriano basado en las grandes proporciones y la sencillez. 

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7. La primera piedra, el asiento del prior para comer

La primera piedra de la construcción del monasterio fue colocada el día de San Jorge (23 de abril) de 1563. Dicha piedra era el asiento donde el prior del monasterio se sentaría a comer en el refectorio. 

El monasterio en su conjunto ocupa un rectángulo de 205 metros de largo por 162 de ancho, lo que equivale a dos campos de fútbol. Su altura máxima es de 95 metros. 

El eje del monasterio está orientado en el eje Este-Oeste, con una desviación de 16 grados. Se ha especulado con la posibilidad de que se trate de un error, pero es improbable. 

Seguramente se trató así de que los rayos de sol dieran plenamente en la fachada de poniente el día 10 de agosto, día de San Lorenzo, o que se buscara dar más luz y calor a la fachada norte y los aposentos del Rey. 

El monasterio se construyó en 21 años, lo que supone una cifra sensacional, teniendo en cuenta que se produce en un tiempo en el que España libra guerras frente a los protestantes en media Europa, contra los musulmanes turcos en el mediterráneo y continúa la expansión en América. 

Su coste se calcula desde los 6 o 7 millones de ducados, lo que, actualizado, equivale a unos 600 millones de dólares. 

8. “Con el Rey no se juega”

Bajo el coro de la iglesia, Juan de Herrera había diseñado una falsa bóveda plana que, debido a su diseño, da la sensación de que es cóncava. El Rey Felipe II no estaba de acuerdo con la solución por no verla segura y pidió al arquitecto que la sustituyera o la reforzara con una columna central. 

El arquitecto colocó una columna, por no contrariar al emperador. Al concluir las obras, se la muestra a Felipe II, que se muestra satisfecho. Herrera sube a un andamio y pasa una hoja entre el techo y la columna. A continuación, le da una patada y la desmonta, demostrando que la falsa bóveda no se caída. 

La leyenda cuenta que el Emperador espetó: “Herrera, Herrera, con el Rey no se juega”. 

9. Miles de reliquias de santos

Tras el Concilio de Trento, se potenció el culto a los santos y se multiplicó la veneración a las reliquias. El monasterio cuenta con una colección de más de 7.000 reliquias entre las que se llegó a tener 12 cuerpos completos, 144 cabezas y 306 miembros. 

Además, el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial atesora en su interior cuadros de Tiziano, Tintoretto, El Greco o El Bosco así como espectaculares frescos como los que se pueden admirar en su sala de batallas. 

10. De los jerónimos a los agustinos

Durante casi tres siglos, los monjes jerónimos se hicieron cargo de la custodia del monasterio y del Panteón Real, hasta mediados del siglo XIX con la llamada “Desamortización”, proceso por el que se desposeyó de sus bienes a toda orden religiosa no dedicada a la caridad. 

El monasterio estuvo vacío durante medio siglo. San Antonio María de Claret logró salvarlo de la ruina con una cierta intervención durante apenas una década hasta que en 1885 llegaron los agustinos, que aún perviven con una comunidad de más de 40 monjes. 

11. Una escolanía para cantar por el Rey

Desde el año 1974 el monasterio cuenta también con una escolanía con 40 chicos entre los 9 y los 16 años, que realizan sus estudios generales al tiempo que los musicales. 

Su origen está ligado al grupo de jóvenes cantores que, desde la fundación del monasterio, cantaban en la Misa del Alba que cada mañana se celebraba con la intención principal de pedir por la salud del monarca reinante. 

Los requisitos para formar parte de la escolanía son tener buena voz y aptitudes musicales, tener un buen rendimiento académico y tener “capacidad de adaptación y sociabilidad”.

Todos sus miembros están becados y participan en las ceremonias litúrgicas más importantes del año, así como cada domingo. Con frecuencia son invitados a participar en certámenes musicales en todo el mundo.

Publicado originalmente el 10 de agosto de 2023. Ha sido actualizado para su republicación.

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