Su coste se calcula desde los 6 o 7 millones de ducados, lo que, actualizado, equivale a unos 600 millones de dólares.
8. “Con el Rey no se juega”
Bajo el coro de la iglesia, Juan de Herrera había diseñado una falsa bóveda plana que, debido a su diseño, da la sensación de que es cóncava. El Rey Felipe II no estaba de acuerdo con la solución por no verla segura y pidió al arquitecto que la sustituyera o la reforzara con una columna central.
El arquitecto colocó una columna, por no contrariar al emperador. Al concluir las obras, se la muestra a Felipe II, que se muestra satisfecho. Herrera sube a un andamio y pasa una hoja entre el techo y la columna. A continuación, le da una patada y la desmonta, demostrando que la falsa bóveda no se caída.
La leyenda cuenta que el Emperador espetó: “Herrera, Herrera, con el Rey no se juega”.
9. Miles de reliquias de santos
Tras el Concilio de Trento, se potenció el culto a los santos y se multiplicó la veneración a las reliquias. El monasterio cuenta con una colección de más de 7.000 reliquias entre las que se llegó a tener 12 cuerpos completos, 144 cabezas y 306 miembros.
Además, el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial atesora en su interior cuadros de Tiziano, Tintoretto, El Greco o El Bosco así como espectaculares frescos como los que se pueden admirar en su sala de batallas.
10. De los jerónimos a los agustinos
Durante casi tres siglos, los monjes jerónimos se hicieron cargo de la custodia del monasterio y del Panteón Real, hasta mediados del siglo XIX con la llamada “Desamortización”, proceso por el que se desposeyó de sus bienes a toda orden religiosa no dedicada a la caridad.
El monasterio estuvo vacío durante medio siglo. San Antonio María de Claret logró salvarlo de la ruina con una cierta intervención durante apenas una década hasta que en 1885 llegaron los agustinos, que aún perviven con una comunidad de más de 40 monjes.
11. Una escolanía para cantar por el Rey
Desde el año 1974 el monasterio cuenta también con una escolanía con 40 chicos entre los 9 y los 16 años, que realizan sus estudios generales al tiempo que los musicales.
Su origen está ligado al grupo de jóvenes cantores que, desde la fundación del monasterio, cantaban en la Misa del Alba que cada mañana se celebraba con la intención principal de pedir por la salud del monarca reinante.
Los requisitos para formar parte de la escolanía son tener buena voz y aptitudes musicales, tener un buen rendimiento académico y tener “capacidad de adaptación y sociabilidad”.
Todos sus miembros están becados y participan en las ceremonias litúrgicas más importantes del año, así como cada domingo. Con frecuencia son invitados a participar en certámenes musicales en todo el mundo.
Publicado originalmente el 10 de agosto de 2023. Ha sido actualizado para su republicación.
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