El Papa Francisco nombra al nuevo presidente de la Pontificia Academia de Teología

Staglianò supo combinar su compromiso con la investigación teológica y el ministerio pastoral: fue párroco en la Diócesis de Crotone-Santa Severina por varios años.

Es miembro de Consejo Internacional para la Catequesis (COINCAT) y de la Comisión de Cultura y Comunicación Social de la CEI. Dentro de la Conferencia Episcopal Siciliana es delegado para los migrantes. 

Es autor de numerosas publicaciones y poemas.

Mons. Staglianò fue nombrado Obispo de Noto el 22 de enero de 2009.

En sus años de servicio pastoral en Noto, impulsó un proyecto comunicativo teológico, pastoral y cultural que lleva el nombre de Pop-Teología, para dar impulsos más decisivos al anuncio del Evangelio.

Mons. Staglianò dijo en una ocasión que "si la teología quiere seguir su tarea, tendrá que hablar más allá del ámbito conceptual de la academia y buscar un nuevo lenguaje comunicativo, que incluya un conocimiento de la fe más encarnado y conectado, correspondiente a las modalidades culturales con las que las personas descubren y viven el sentido de su vida".

¿Qué es la Pontificia Academia de Teología?

Según indica el Pontificio Consejo para la Cultura, dicasterio al que está asociado la Pontificia Academia de Teología, esta institución fue fundada en Roma y recibió sus primeros estatutos del Papa Clemente XI en 1718.

"Creada como sede de las ciencias sagradas con el fin de formar teólogos bien preparados, la Academia tiene la misión de promover el diálogo entre la fe y la razón, así como profundizar la doctrina cristiana", señala el sitio web.

Esta tarea se realiza siguiendo las indicaciones del Papa "para presentar el mensaje cristiano de modo que corresponda a las exigencias de nuestro tiempo".

Como base para su misión, la Pontificia Academia de Teología tiene a la encíclica Fides et ratio del Papa San Juan Pablo II, donde se precisa que la tarea de este organismo "consiste en el presentar la inteligencia de la Revelación y el contenido de la fe" que se expresan en el tiempo y en las culturas.

"Una de las principales tareas de los académicos consiste en comprender la verdad revelada y presentarla a los hombres de hoy, para que reciban el mensaje de Cristo y lo encarnen en la propia vida y en la propia cultura, como fuente inagotable de renovación, tanto en el campo de la fe como de la moral", indica el sitio web.