Chambon señaló que la imagen tuiteada "no solo es ofensiva, sino que indica un posible regreso a la ideología comunista temprana que podría dañar a muchos".
Explicó que otra capa de significado de la imagen puede remontarse a un "mito" propagado por el gobierno en la década de 1950, sobre que "los orfanatos católicos eran fábricas para robar y matar bebés chinos".
El gobernante Partido Comunista Chino es oficialmente ateo, y los creyentes religiosos de todas las tendencias se han enfrentado a la persecución en China durante años.
La Iglesia Católica en China está dividida entre la Iglesia Católica "clandestina", que es perseguida y leal al Papa, y la Asociación Católica Patriótica China, que es controlada por el gobierno.
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En 2018, el Vaticano llegó a un acuerdo provisional aún no publicado con el gobierno chino, destinado a lograr la unificación de la Asociación Patriótica Católica China y la Iglesia clandestina, en comunión con Roma.
Sin embargo, la persecución de la Iglesia clandestina ha continuado y, según algunos, se ha intensificado.
El Obispo Emérito de Hong Kong, Cardenal Joseph Zen, de 90 años, un abierto crítico del acuerdo entre el Vaticano y China, enfrentará un juicio en septiembre junto con otros cuatro destacados defensores de la democracia.
Estados Unidos no tiene relaciones diplomáticas con Taiwán, pero tiene lo que su Departamento de Estado llama "una sólida relación no oficial", que incluye profundos lazos comerciales.
Durante años, Estados Unidos ha operado bajo una "política de una sola China" para evitar enojar al gobierno chino. El secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, ha dicho que la visita no es una señal de que la política del país sobre Taiwán haya cambiado.
Rogers, quien es un fuerte crítico del acuerdo del Vaticano con China en 2018 sobre el nombramiento de obispos, opinó que la clara animosidad del gobierno chino hacia el catolicismo, conocida desde hace mucho tiempo pero que se muestra completamente en la caricatura, proporciona "otra razón más por la cual el Vaticano debería repensar su relación con Beijing".