El P. Hugo Valdemar, Párroco de la Parroquia de San Isidro Labrador; y el P. José de Jesús Aguilar, subdirector de Radio y Televisión de la Arquidiócesis de México, explicaron por qué los sacerdotes no suelen usar sotana o clergyman (alzacuellos) en México.
"Hay una razón histórica que se volvió cultural en el clero mexicano. La constitución anticlerical de los masones de 1917 llegó al extremo de la intolerancia religiosa de prohibir a los sacerdotes vestir con ropa talar en lugares públicos", refirió el P. Valdemar en declaraciones a ACI Prensa.
El sacerdote, que durante 15 años fue el Director de Comunicaciones de la Arquidiócesis Primada de México, indicó que "después vino la terrible persecución de 1926 y las aún peores leyes del presidente Calles que llegó incluso a normar el número de sacerdotes que cada estado de la República debía tener".
"Ante esta terrible represión, los sacerdotes empezaron por usar la sotana al interior de los templos, pero a vestir de civil en la calle", resaltó.
La Iglesia Católica fue duramente perseguida en la década de 1920, años en los que se dio la Guerra Cristera en la que murieron miles de católicos, muchos de ellos martirizados.
El P. Valdemar también explicó que años después "con los malentendidos cambios del Concilio Vaticano II y su desacralización consecuente se reforzó esta práctica. Por ejemplo, yo no recuerdo en mis años de formación del seminario ver a ningún sacerdote vestir cotidianamente de sotana o alzacuello".