El Cardenal Gerhard Müller, Prefecto Emérito del Dicasterio para la Doctrina de la Fe en el Vaticano, criticó el polémico Camino Sinodal de la Iglesia Católica en Alemania y dijo que "estaba condenado desde el principio".
"Creo que el Camino Sinodal estaba condenado desde el principio, solo que sus iniciadores no se han dado cuenta aún", aseguró el Cardenal alemán, en entrevista concedida a CNA Deustch y EWTN Vatican en Roma.
El Camino Sinodal es un controvertido proceso de varios años que comenzó en diciembre de 2019, en el que participan obispos y laicos de Alemania para tratar temas como el ejercicio del poder, la moral sexual, el sacerdocio y el papel de las mujeres en la Iglesia, proponiendo incluso que puedan acceder al orden sacerdotal.
Sobre estos temas, algunos miembros del Camino Sinodal han expresado, públicamente y en diversas ocasiones, posturas contrarias a la doctrina católica, lo que ha hecho que al menos 100 obispos y cardenales de todo el mundo alerten sobre el peligro de cisma.
El 21 de julio de 2022, el Vaticano publicó una declaración en la que señala que el Camino Sinodal podría suponer "una herida a la comunión eclesial y una amenaza a la unidad de la Iglesia", y que no puede establecer nuevas formas de gobierno ni cambios de doctrina.
En la entrevista, el Cardenal Müller dijo que el Camino Sinodal de Alemania no tiene nada que ver con la "sinodalidad" ni tampoco con un "camino", sino que es una "organización política" que se considera a sí misma "a la vanguardia de la Iglesia universal".