Este sábado Mons. Luis Argüello García tomó posesión como nuevo Arzobispo de Valladolid (España), con una Misa en la que advirtió que "el grave riesgo de la Iglesia en nuestro tiempo es la escisión entre fe y vida".
La Eucaristía fue celebrada en la Catedral de Valladolid, a la que asistieron el Nuncio Apostólico en España, Mons. Bernardito Auza; el Cardenal Ricardo Blázquez –a quien sucede en el cargo–, así como los purpurados Carlos Osoro y Antonio María Rouco Varela, y demás obispos españoles.
Durante su homilía, el nuevo Arzobispo de Valladolid dijo que "la Iglesia es familia de familias" y que está llamada "a ser una permanente escuela de acogida, reconciliación y colaboración".
Sin embargo, alertó que en este tiempo el grave riesgo de la Iglesia "es la escisión entre fe y vida", es decir, entre "libertad y gracia, realidad y Dios, vida privada y vida eclesial o pública, sociedad civil e Iglesia, historia y vida eterna".
Ante ello, Mons. Argüello recordó que el católico está llamado a la santidad, y que esta es una apremiante exhortación "a salir de la doble vida. No es un halo de elegidos y desborda los requerimientos de una vida honrada o éticamente exigente".
El Prelado indicó que los miembros de la Iglesia no son impecables, sino "pecadores permanentemente necesitados del perdón".