Esto es lo que dijo el Papa Francisco sobre la doctrina católica y los anticonceptivos

El seminario tuvo lugar en 2021, y hace algunos días publicaron el volumen titulado "Ética y teología de la vida. Escritura, Desafíos prácticos", que recoge las actas de esta reunión. 

El Papa Francisco dijo que "los que han hecho este congreso han cumplido con su deber, porque han tratado de avanzar en la doctrina, pero en un sentido eclesial".

Más tarde, el Papa dijo que "muchas cosas han cambiado. Pensemos, por ejemplo, en las armas atómicas: hoy se declara oficialmente que el uso y la posesión de armas atómicas es inmoral. Piensa en la pena de muerte".

"Antes de la pena de muerte sí, pero ahora…puedo decir que estamos cerca de la inmoralidad porque la conciencia moral se ha desarrollado bien", señaló.

Para el Santo Padre, "una Iglesia que no desarrolla su pensamiento en sentido eclesial es una Iglesia que retrocede y este es el problema actual de tantos que se llaman tradicionales".

El Pontífice dijo que estas personas "no son tradicionales, son 'indietristas', van hacia atrás, sin raíces" y señaló que esta actitud "es un pecado porque no avanza con la Iglesia".

"La tradición es la raíz de la inspiración para avanzar en la Iglesia. Siempre estas raíces. El 'indietrismo' va hacia atrás y la actitud retrógrada siempre se cierra. Es importante entender bien el papel de la tradición, que siempre está abierta como las raíces del árbol. El árbol crece así, ¿no?". 

Para el Papa Francisco, "si concibes la tradición como algo cerrado, esa no es la tradición cristiana. Siempre es el jugo de la raíz el que te hace avanzar hacia adelante". 

El Catecismo de la Iglesia Católica indica, en su numeral 2370, que "es intrínsecamente mala 'toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga como fin o como medio, hacer imposible la procreación'".

En el numeral 2399 añade que "la legitimidad de las intenciones de los esposos no justifica el recurso a medios moralmente reprobables (p.e., la esterilización directa o la anticoncepción)".

El Papa San Pablo VI, con su encíclica Humanae Vitae, reafirmó en 1968 la enseñanza de la Iglesia Católica sobre la anticoncepción.

En su documento, Pablo VI advierte que entre las consecuencias de la anticoncepción se encuentran "la infidelidad conyugal" y "la degradación general de la moralidad".

"Podría también temerse que el hombre, habituándose al uso de las prácticas anticonceptivas, acabase por perder el respeto a la mujer y, sin preocuparse más de su equilibrio físico y psicológico, llegase a considerarla como simple instrumento de goce egoísta y no como a compañera, respetada y amada", indica.