A pocas horas de despedirse de Canadá, el Papa Francisco alentó este 29 de julio a que los jóvenes no sean "rehenes de un teléfono", y que por el contrario "caminen hacia lo alto, vayan cada día hacia la luz".
En su encuentro con los jóvenes y los ancianos en la plazuela de la escuela elemental de Iqaluit, el Santo Padre dijo que "es necesario permitir a los jóvenes que formen grupos, que estén en movimiento. No pueden pasar las jornadas aislados, rehenes de un teléfono".
Tras recordar que el hockey sobre hielo es "el deporte nacional de Canadá", el Papa señaló que esta práctica "conjuga bien disciplina y creatividad, táctica y físico; pero lo que hace la diferencia siempre es el espíritu de equipo, presupuesto indispensable para afrontar las imprevisibles circunstancias del juego".
"Hacer equipo significa creer que para alcanzar grandes objetivos no se puede avanzar solos; es necesario moverse juntos, tener la paciencia de combinar pases y movimientos para tejer estrategias de juego".
"También significa dejar espacio a los demás, salir rápidamente cuando es el propio turno y alentar a los compañeros. ¡Este es el espíritu de equipo!", expresó.
El Papa Francisco también reiteró "la indignación y la vergüenza que me acompañan desde hace meses" por los "grandes sufrimientos" de ex alumnos de las escuelas residenciales de Canadá.