El Obispo de la diócesis latina de Járkov-Zaporiyia (Ucrania), Mons. Pavlo Honcharuk, dijo que los fieles católicos están recibiendo con frecuencia los sacramentos porque saben que pueden morir en cualquier momento, a causa de los bombardeos.
"Sé que no tendré tiempo de oír el misil que me alcance, y por eso, cuando oigo una explosión, sé que sigo vivo. Estamos preparados para morir súbita e inesperadamente, y eso significa que recibimos a menudo los sacramentos, especialmente, el de la confesión", relató el Prelado.
En declaraciones a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), Mons. Honcharuk dijo que después de cinco meses del inicio de la invasión rusa, la Iglesia Católica en Ucrania "se mantiene viva y activa".
"Los sacerdotes y los fieles están en sus puestos, la oración continúa, al igual que la celebración litúrgica diaria en las parroquias; más en unas que en otras, según el lugar, donde hay actividad bélica o en territorios ocupados no existe esa posibilidad", indicó.
"No obstante –añadió–, nuestra Iglesia sigue sirviendo a la gente, a los ancianos y a los niños, además de ayudar a los soldados que defienden nuestra patria".
La Diócesis de Járkov-Zaporiyia se encuentra en el este de Ucrania, por lo que los cerca de mil kilómetros del frente de guerra recorren casi por completo su diócesis, y las ciudades están sometidas a constantes bombardeos.