Más de 6 mil miembros de cerca de 800 congregaciones religiosas trabajan en labores de prevención, rescate y acompañamiento a través de la Red Internacional de la Vida Consagrada Contra la Trata de Personas Talitha Kum.
Lo hacen a través más de 50 redes nacionales formadas por diferentes congregaciones que están presentes en más de 90 países de los cinco continentes que sólo en el año 2021 beneficiaron a cerca de 340.000 personas.
De ellas, cerca de 260.000 se beneficiaron de las actividades de prevención; unas 20.000 son víctimas y supervivientes apoyadas por la red y cerca de 60.000 personas participan en actividades de creación de redes, formación y capacitación.
Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), en 2018 hubo cerca de 50.000 víctimas de la trata de personas, la mitad de ellas con fines de explotación sexual. Un 38% fueron explotadas para realizar trabajos forzosos. La mayoría de las víctimas son mujeres (46%) y niñas, casi dos de cada diez.
Este año, la ONU pone el foco en denunciar en especial el abuso que se hace de las tecnologías en beneficio de los traficantes y explotadores, que se ha intensificado también por la situación de aislamiento social derivado de la pandemia.
A su juicio, "Internet y las plataformas digitales ofrecen a los traficantes numerosas herramientas para reclutar, explotar y controlar a las víctimas; organizar su transporte y alojamiento; publicitar a las víctimas y llegar a clientes potenciales; proporcionar vías de comunicación entre los perpetradores; y ocultar ganancias criminales".