VATICANO,
En la mañana de este jueves 28 de julio, el Papa Francisco presidió una Misa en el Santuario Nacional de Sainte Anne de Beaupré, en Quebec, desde donde aseguró que en el fracaso, "el Señor se pone a nuestro lado y recorre nuestro mismo camino".
Alrededor de una hora antes de que diera comienzo la Misa, el Papa Francisco se subió al papamóvil, desde donde pudo saludar a los fieles que le recibían desde los laterales de la carretera.
El Papa Francisco, con semblante alegre y sin perder la sonrisa, besó también a varios niños pequeños que acercaron hasta el papamóvil, donde se encontraba acompañado del Cardenal de Quebec, Gérald Cyprien Lacroix.
Durante su homilía, el Santo Padre comparó el viaje de los discípulos de Emaús con el "curso de la vida", donde "llevamos adelante los sueños, los proyectos, las ilusiones y las esperanzas que viven en nuestro corazón".
En este sentido, aseguró que a veces "enfrentamos también nuestras fragilidades y debilidades, experimentamos derrotas y desilusiones, y tantas veces quedamos bloqueados por el sentimiento de fracaso que nos paraliza".
El Papa Francisco explicó que es en esos momentos donde "el Señor sale a nuestro encuentro, se pone a nuestro lado, recorre nuestro mismo camino con la discreción de un transeúnte amable que nos quiere abrir los ojos y hacer arder nuestro corazón".