En su cuarto día de visita a Canadá, el Papa Francisco defendió a la familia y señaló que el mal sufrido por los pueblos indígenas debe servir de advertencia para que los derechos de esta institución no se vean afectados por intereses particulares.
El Santo Padre hizo este llamado en el discurso que dirigió a las autoridades, representantes indígenas y cuerpo diplomático acreditado en Canadá. El encuentro se realizó en la ciudad de Quebec, a la que el Papa Francisco llegó este miércoles 27.
Antes de pronunciar su discurso, el Papa Francisco escuchó las palabras del primer ministro, Justin Trudeau, y de la gobernadora general, Mary Simon, quien le agradeció por ir a Canadá para llevar a cabo su "peregrinación penitencial".
Por su parte, el Pontífice pidió perdón nuevamente por la participación de instituciones católicas en las "políticas de asimilación y desvinculación", promovidas durante décadas por las autoridades canadienses y que afectaron a muchos niños indígenas que fueron separados de sus familias.
"Es trágico cuando algunos creyentes, como ocurrió en ese período histórico, no se adecuan al Evangelio sino a las conveniencias del mundo", expresó el Papa Francisco.
El Pontífice señaló que esa "'historia de dolor y de desprecios', originada por una mentalidad colonizadora, 'no se sana fácilmente'".