El Papa Francisco visita Canadá desde el pasado 24 de julio y ya ha pedido perdón a los indígenas en varias ocasiones, reconociendo incluso que no es suficiente pero sí un punto de partida hacia la reconciliación. Sin embargo, son pocos los que recuerdan a los mártires jesuitas asesinados por pueblos indígenas en América del Norte.
En septiembre de 1984, el Papa San Juan Pablo II presidió una liturgia de la palabra con los pueblos indígenas de Canadá en el Santuario de los Mártires, evento al que acudieron unas 75 mil personas.
Allí recordó a los sacerdotes jesuitas franceses Jean de Brébeuf, Isaac Jogues, Gabriel Lalemant, Antoine Daniel, Charles Garnier y Noël Chabanel, asesinados entre los años 1642 y 1649.
"Inflamados de amor por Cristo e inspirados por San Ignacio de Loyola, por San Francisco Javier y otros grandes santos de la Compañía de Jesús, estos sacerdotes vinieron al Nuevo Mundo para proclamar el Evangelio de Jesucristo a los pueblos autóctonos de este país", dijo el Papa polaco en su homilía.
"Hacía parte de ese grupo de misioneros dos hermanos laicos: René Goupil y Jean de la Lande. Con igual coraje y fervor, ayudaron a los sacerdotes en su obra, dieron prueba de gran dedicación y servicio a los indígenas, y con el sacrificio de su vida consiguieron la corona del martirio", explicó San Juan Pablo II.