Luego de un largo vuelo de unas 10 horas, en el que recorrió más de 8.400 kilómetros, el Papa Francisco aterrizó este domingo 24 de julio en el Aeropuerto Internacional de Edmonton, el primero de sus destinos en su primer viaje internacional a América tras el levantamiento de las restricciones por el covid.
El avión de ITA Airways, que portaba las banderas de Canadá y el Vaticano, y con el que sobrevoló países como Italia, Suiza, Francia, Reino Unido, Islandia, Groenlandia, aterrizó a las 11:09 hora local.
En el avión y por ser domingo, el Santo Padre rezó el ángelus con quienes lo acompañan y con los periodistas que viajaron con él.
A diferencia de otras viajes, los primeros en bajar fueron los obispos y cardenales que acompañan al Santo Padre, como el Secretario de Estado, el Cardenal Pietro Parolin; y el Cardenal canadiense Marc Ouellet, prefecto del Dicasterio para los Obispos.
El Papa Francisco descendió por el lado contrario de donde se puso la escalinata; ayudado por un ascensor, y abordó un auto Fiat blanco en el que llegó hasta el hangar donde se realizó la ceremonia de bienvenida.
Al bajar del auto se sentó en una silla de ruedas, debido al problema que tiene en las rodillas.