Tras conocerse una serie de nuevas disposiciones del Papa Francisco para el Opus Dei, resurge en algunos la pregunta sobre si esta institución es una secta de la Iglesia Católica.
La Real Academia Española define secta como "doctrina religiosa o ideológica que se aparta de lo que se considera ortodoxo" o correcto, o su "conjunto de seguidores".
También la define como una "comunidad cerrada, que promueve o aparenta promover fines de carácter espiritual, en la que los maestros ejercen un poder absoluto sobre los adeptos".
El Cardenal Christoph Schönborn, Arzobispo de Viena (Austria), escribió hace algunos años un trabajo titulado "Reflexiones sobre el concepto de secta y respuesta a algunas acusaciones dirigidas a grupos católicos".
En él explica que al separarse de la Iglesia, una secta "se caracteriza sobre todo por el abandono de la verdad bíblico-apostólica común y de los contenidos centrales de la fe. Por eso, a juicio de la Iglesia, la secta siempre está vinculada con la herejía y el cisma".
Este no es el caso de los sacerdotes y miembros del Opus Dei, que suelen destacarse por su ortodoxia, es decir por su fidelidad a la doctrina de la Iglesia Católica.