La comunidad de la parroquia Santa Bárbara, en la Diócesis de Socorro y Sangil (Colombia), amaneció el domingo 17 con una desagradable sorpresa: la imagen de la Virgen del Carmen había sido destruida por unos vándalos.
La destrucción de la imagen mariana, que tiene una gran devoción en el país, fue condenada durante la Misa dominical por el párroco, P. Álvaro Romero.
"Un acto de vandalismo, a la vez, es reflejo de la descomposición mental, espiritual, social y personal que puede tener una persona. No le podemos echar la culpa a nadie porque no tenemos evidencia, pero alguien lo tuvo que hacer", expresó.
El sacerdote señaló que "el sentimiento religioso, la piedad popular, nos hace sentir no idolatría sino respeto, fervor, piedad, que es lo que inspira un lugar bendecido y un lugar que para nosotros los católicos se entronice una cruz o una imagen, pues un lugar donde encontramos la presencia de Dios".
Por ello, manifestó, "rechazamos ese acto de vandalismo porque nosotros respetamos la libertad de credos".