Ulan Bator,
La Iglesia Católica en Mongolia celebró 30 años de presencia en este país asiático con una solemne Misa presidida por el cardenal electo Mons. Giorgio Marengo, Prefecto Apostólico de Ulan Bator, el 10 de julio, y con la participación de un gran número de fieles.
Según la Agencia de Noticias Salesiana (ANS), durante la celebración el Nuncio Apostólico en Corea del Sur y Mongolia, Mons. Alfred Xuereb, agradeció a los misioneros, los fieles, al gobierno local y a todos aquellos que dentro y fuera de la nación hacen posible la permanencia de esta misión.
Los feligreses llegaron de diversas partes, incluso desde zonas lejanas, y varios se prepararon para la Eucaristía acercándose al Sacramento de la Reconciliación.
Tras la caída del comunismo
Con la caída de la Unión Soviética en 1991, Mongolia abre las relaciones diplomáticas con la Santa Sede en 1992 y de esta manera llegaron 3 misioneros de la Congregación del Inmaculado Corazón de María. Ellos eran los sacerdotes P. Wenceslao Padilla, P. Gilbert Sales y P. Robert Goessens.
Es por ello que, el pasado 9 de julio, el Nuncio Apostólico, Mons. Alfred Xuereb, y Mons. Giorgio Marengo se dirigieron a la tumba de Mons. Wenceslao Padilla, quien llegó a ser el primer Prefecto Apostólico de Ulan Bator hasta 2018, el año de su muerte.