Solomon Hasdak es un policía católico retirado de Bangladesh, que tras regresar a su pueblo natal decidió ayudar a su diócesis a construir una nueva capilla que lleve esperanza y mantenga viva la fe de su pueblo.
Según señaló en un comunicado la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, en Bangladesh la mayoría de habitantes son musulmanes, mientras que los católicos son minoría y se caracterizan por vivir en zonas muy remotas y ser pobres.
La mayoría de católicos trabajan "como jornaleros o son campesinos con pocas tierras" y viven del día a día, explicó ACN.
La fundación pontificia señaló que Solomon nació en la localidad de Chiargaon, en Dinajpur, un distrito muy pobre del país donde hay cerca de 120 católicos, en su mayoría de las etnias santal y oraon; y precisó que en el pueblo más cercano viven otros 100 católicos más.
Solomon salió de Chiargaon para seguir su carrera como policía. Ya como un ex oficial, regresó en 2010 para asistir a un funeral en la capilla local.
Al asistir al templo, Solomon se indignó al ver a los cientos de fieles tener que luchar para entrar y conseguir un sitio en el pequeño templo, cuyas paredes eran de adobe y su capacidad máxima era de 40 personas.