Una campaña ciudadana pide a los obispos españoles "que defiendan la Cruz y la basílica del Valle de los Caídos y protejan a los monjes benedictinos" que custodian el lugar desde su fundación.
La campaña está dirigida, en representación de todos los obispos, al presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el Arzobispo de Barcelona, Cardenal Juan José Omella y al secretario general de la CEE, el Arzobispo electo de Valladolid, Mons. Luis Argüello.
La amenaza que se cierne sobre este lugar sagrado es la Ley de Memoria Democrática impulsada por el Gobierno que "pretende eliminar de un plumazo toda referencia religiosa en el Valle de los Caídos" y que se vota este jueves en el Congreso.
Impulsada por el Gobierno de España, conformado por socialistas y comunistas con apoyo externo de otras fuerzas de izquierda, esta ley pretende modificar el nombre del lugar, que evoca la intención fundacional de ser un lugar de paz y reconciliación después de persecución religiosa de principios del siglo XX y la consecuente Guerra Civil.
Del mismo modo, se pretende convertir en "cementerio civil" el lugar de los enterramientos en lugar sagrado de contendientes de ambos bandos y convertir todo el complejo religioso en "un lugar para la memoria democrática".
Según la plataforma impulsora de la campaña, HazteOir.org, "si no logramos frenar este perverso plan, el Gobierno se marcará un buen tanto y los ciudadanos (no solo los católicos) quedaremos a los pies de los caballos".