VATICANO,
Como es tradición cada año en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo que se celebra el 29 de junio, el Papa Francisco bendijo los palios de los arzobispos metropolitanos que nombró durante el año pasado.
En esta ocasión, debido a su problema con la rodilla, el Santo Padre no entró a la Basílica con la procesión, sino que ingresó antes la primera parte en silla de ruedas, luego con bastón, y permaneció sentado a un costado del altar de la Cátedra.
El Papa bendijo los palios, presidió la Liturgia de la Palabra, pronunció la homilía y asistió al resto de la Misa que fue celebrada por el decano del Colegio Cardenalicio, el Cardenal Giovanni Battista Re.
Al inicio de la Eucaristía, tres diáconos rezaron ante la tumba del apóstol Pedro que se encuentra debajo del altar de la Cátedra, recogieron los 44 palios y los llevaron hacia él para que el Santo Padre los bendijera.
Después de la bendición, el Papa entregó uno en representación a los 44 nuevos arzobispos metropolitanos, algunos de ellos estaban presentes en la Basílica de San Pedro y los saludó al final de la Misa.