VATICANO,
Son muchos los turistas que a su paso por Roma visitan la Chiesa del Gesú (Iglesia de los Jesuitas en Roma). Sin embargo, lo que pocos saben es que bajo el suelo de esta iglesia, cientos de refugiados acuden cada día para recibir comida y atención.
Se trata del Centro Astalli, la sede italiana del Servicio Jesuita para Refugiados cuya principal misión es acompañar, servir y proteger los derechos de las personas que llegan a Italia huyendo de la guerra y violencia de su país.
Fue en 1981 cuando un grupo de jóvenes voluntarios jesuitas comenzaron a preparar alimentos, que más tarde entregaban a los más necesitados.
Lo hicieron acogiendo el llamamiento del P. Pedro Arrupe, prepósito general de la Compañía de Jesús en aquel entonces, quien pidió a los sacerdotes ayudar a las personas desplazadas por la guerra de Vietnam.
Con el tiempo, este centro fue creciendo y a día de hoy cuenta con 450 voluntarios que ayudan a 17 mil refugiados cada año, procedentes principalmente de Siria y Afganistán.