El jueves 16 de junio murió Federico Carboni, un tetrapléjico de 44 años y paralizado desde hace 10, que se ha convertido en el primer italiano en someterse al suicidio asistido.
La muerte de Carboni, conocido hasta ahora solo como "Mario", se sustenta legalmente en una sentencia del Tribunal Constitucional italiano de 2019, según la cual algunas formas de eutanasia son no punibles.
En el juicio se exoneró a Marco Cappato, procesado por haber acompañado a Suiza a un tetrapléjico a morir. Hoy en día son cada vez más personas las que viajan a ese país europeo para someterse a la eutanasia.
La asociación italiana Luca Coscioni, que promueve la legalización de la eutanasia, fue la que confirmó el fallecimiento de Carboni.
Según informa Efe, el suicidio asistido estuvo supervisado por el anestesista Mario Riccio. Durante el letal procedimiento, Federico Carboni estuvo acompañado de sus familiares, amigos, y también por Cappato.
"No niego que lamento despedirme de la vida, sería falso y mentiroso si dijera lo contrario porque la vida es fantástica y solo tenemos una. Pero lamentablemente no ha sido así", dijo Carboni en sus últimas palabras, difundidas por la asociación Luca Coscioni.