La Arquidiócesis de México indicó además que la colecta “se lleva a cabo en el momento en que se presenta el pan y el vino”.
En ese sentido, la Arquidiócesis concluyó destacando que la colecta de cada Misa “está vinculada a la presentación de los dones en la Eucaristía”.
Un documento del Vaticano habla sobre las ofrendas de los fieles en la Misa
La instrucción Redemptionis Sacramentum, del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos del Vaticano, señala en su numeral 70 que “las ofrendas que suelen presentar los fieles en la santa Misa, para la Liturgia eucarística, no se reducen necesariamente al pan y al vino para celebrar la Eucaristía, sino que también pueden comprender otros dones, que son ofrecidos por los fieles en forma de dinero o bien de otra manera útil para la caridad hacia los pobres”.
“Sin embargo, los dones exteriores deben ser siempre expresión visible del verdadero don que el Señor espera de nosotros: un corazón contrito y el amor a Dios y al prójimo, por el cual nos configuramos con el sacrificio de Cristo, que se entregó a sí mismo por nosotros”, precisa el documento de la Iglesia Católica.
Esto, continúa, se debe a que “en la Eucaristía resplandece, sobre todo, el misterio de la caridad que Jesucristo reveló en la Última Cena, lavando los pies de los discípulos”.