VATICANO,
Cada 12 de junio se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, una lacra que afecta a unos 160 millones de niños en el mundo -de manera preeminente en África- sobre la que el Papa Francisco ha refelxionado en varias ocasiones a lo largo de su pontificado.
1. Un flagelo que hiere la dignidad
El Pontífice aseguró en noviembre de 2021 que “el trabajo infantil, especialmente cuando se manifiesta como explotación, es un flagelo que hiere cruelmente la existencia digna y el desarrollo armónico de los más pequeños”.
Lo hizo en un mensaje dirigido a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el que señaló que esta explotación “limita considerablemente sus oportunidades de futuro, ya que reduce y lastima su vida para satisfacer las necesidades productivas y lucrativas de los adultos”.
“Para muchos de estos pequeños hermanos nuestros, faltar a la escuela significa no sólo perder oportunidades que los capaciten para afrontar los retos de la edad adulta, sino también enfermar, es decir verse privados del derecho a la salud, a causa de las deplorables condiciones en las que han de desarrollar las tareas que vilmente se les exigen”, lamentó.