El Santuario de Nuestra Señora de la Piedad, en Brasil, denunció que sufrió actos de vandalismo y la destrucción de parte de sus instalaciones, tras ser obligado por el gobierno estatal a retirar el control de acceso que garantizaba la protección del complejo mariano.
El 5 de junio, el Santuario señaló en sus redes sociales que sufrió el destrozo de sus baños, actos de hostigamiento contra sus trabajadores, y el riesgo de que los peregrinos sufran accidentes y se produzcan daños ambientales, luego que un grupo de motociclistas realizaran maniobras arriesgadas en el trayecto que conduce a la iglesia.
La Basílica de Nuestra Señora de la Piedad se ubica en la cima de la Sierra de la Piedad, una montaña ubicada en el municipio de Caeté, estado de Minas Gerais. Para ingresar al complejo mariano, los peregrinos deben transitar por la autopista AMG-1235.
El control de acceso al santuario se ubica en la autopista, a unos 5 kilómetros de la basílica, y desde ese lugar el territorio está bajo el cuidado de la Arquidiócesis de Belo Horizonte.
Esta barrera servía para regular el flujo de peregrinos que visitaban el complejo mariano, garantizar la seguridad de los visitantes y preservar la zona de sufrir daños ambientales.