SAN SALVADOR,
El Arzobispo de San Salvador, Mons. Fernando Sáenz Lacalle, manifestó su rechazo y calificó de “triste acontecimiento” la ocupación de la Catedral Metropolitana por parte de un grupo de encapuchados que exigían al Gobierno no privatizar los servicios de salud.
En su homilía en la Catedral de San Salvador, el Prelado condenó la ocupación del templo pues “constituye una gravísima ofensa a Dios pues se ha profanado” y agregó que “la violenta ocupación supuso utilizar el recinto sagrado para fines políticos y gremiales”.
“He pedido a todos que oremos por los sacrílegos infractores para que alcancen a valorar la gravedad de sus actos y pidan perdón por ellos”, afirmó el Arzobispo y confirmó que los manifestantes no ocasionaron daños materiales en el interior de la Catedral.
Luego de la Misa, el Prelado añadió que los disturbios en los alrededores de la Catedral “indudablemente se tratan de un terrorismo que no es conforme con la democracia que unas semanas atrás se vivió con las elecciones”, celebradas el 21 de marzo pasado.
La Catedral fue ocupada el 28 de abril pasado por una docena de personas, que dijeron pertenecer al “Bloque Popular Social”, quienes demandaban no privatizar la salud y reintegrar a sus puestos de trabajo a un centenar de empleados del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), que fueron despedidos el año pasado.
En medio de los disturbios fueron quemados dos autobuses del transporte colectivo y un vehículo de un noticiero de un canal de televisión, dañaron varias casetas telefónicas y puestos de venta.