Mons. Giovanni Battista Piccioli, director del movimiento "Sí a la Vida" de Guayaquil (Ecuador), celebró una Misa de exequias antes de dar sepultura a 98 bebés fallecidos a causa de abortos inducidos y espontáneos, y pidió a la Virgen María que los reciba y les dé las caricias que probablemente sus padres no les dieron.
Crédito: Arquidiócesis de Guayaquil
La sepultura de los bebés no nacidos se realizó el 1 de junio, Día del Niño en Ecuador, y tuvo lugar en el pabellón de No Nacidos del Panteón Metropolitano, donado hace unos años por la Junta de Beneficencia de la ciudad a la Arquidiócesis de Guayaquil.
En declaraciones a ACI Prensa, Estela Zea, una de las fundadoras del movimiento "Bebés en los corazones de Jesús y María", dijo que "con esta ceremonia, que honra la vida de los niños en fase prenatal, esperamos despertar conciencias, visibilizando el hecho de que la muerte perinatal es una realidad, aunque durante siglos ha sido silenciada y la expresión de su dolor incluso censurada".
Crédito: Arquidiócesis de Guayaquil
La Misa fue celebrada en la iglesia San José, del Panteón Metropolitano. En su homilía, Mons. Piccioli reflexionó en el pasaje del Evangelio de San Juan en el que Cristo se dirige a Dios y dice: "Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado para que sean uno como nosotros".