Un sacerdote exorcista advirtió que el pecado, aún más el pecado mortal, es más grave que una posesión demoníaca, pues pone a la persona en riesgo de la condenación eterna.
Entrevistado por ACI Prensa, el P. Francisco Torres Ruiz, sacerdote de la diócesis de Plasencia y encargado del ministerio del exorcismo, dijo que normalmente "nos aterran las posesiones demoníacas más que vivir en pecado porque son más espectaculares, son físicas, podríamos decir sensibles, la aprecian los ojos de nuestra carne".
"Crean una emoción en el hombre que le lleva al miedo, al pánico, al morbo, a la curiosidad, etc.", señaló.
"Por otra parte, la acción del pecado digamos que es menos escandalosa, menos llamativa", dijo, pues "pecamos sin tener conciencia muchas veces del mal que nos estamos causando, porque es un daño que se inflige a nuestra alma, pero físicamente el pecado no se ve".
"Lo que se ve o lo que se siente pueden ser los efectos espirituales que ese pecado va creando en nosotros", señaló.
El exorcista español indicó que "cualquier manifestación diabólica, llámese posesión, vejación, infestación de una casa de un lugar, etc., sea la que sea, nos da más miedo, más pavor que vivir en pecado, precisamente porque no somos conscientes de que la gravedad máxima de los hombres es vivir en pecado y sobre todo vivir en pecado mortal".