El Cardenal Joseph Zen, de 90 años, ofreció Misa y rezó por los católicos en China continental que enfrentan persecución a causa de su fe, y aseguró que "el martirio es normal en nuestra Iglesia".
"Es posible que no tengamos que hacer eso, pero es posible que tengamos que soportar algo de dolor y fortalecernos para nuestra lealtad a nuestra fe", dijo, en la Misa celebrada el martes 24 de mayo, después de comparecer ante el tribunal en Hong Kong.
El martes, fecha en que se celebró el Día Mundial de Oración por la Iglesia en China y la Fiesta de María Auxiliadora, el Purpurado se presentó ante la Corte de Hong Kong y se declaró inocente de la acusación de no registrar ante la policía un fondo de ayuda humanitaria, destinado a activistas a favor de la democracia que enfrentan procesos legales.
En su homilía del 24 de mayo, después de declararse inocente, el Cardenal Zen no habló sobre su caso legal, pero destacó cómo los católicos en algunas partes de China no pueden asistir a Misa en este momento.
El Purpurado, Obispo Emérito de Hong Kong, rezó en chino por sus "hermanos y hermanas que no pueden asistir a la Misa de ninguna forma esta noche, porque ahora no tienen la libertad", informó la agencia de noticias Reuters.
Las autoridades de Shanghai y Beijing han emitido las restricciones de COVID-19 más estrictas del mundo en estos últimos meses, impidiendo que las personas abandonen sus apartamentos por cualquier motivo, incluido el culto religioso.