La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) lanzó una campaña para sostener a 2.636 sacerdotes que mantienen en Ucrania la fe viva, a pesar de los duros momentos que trae sobre la población la invasión rusa que comenzó el 24 de febrero.
Para alentar a colaborar, ACN ha compartido la historia del P. Andriy, sacerdote greco-católico que se encuentra en la capital Kiev y que todos los días se coloca su chaleco antibalas para ir a celebrar la Misa en los refugios y estaciones de metro.
"Lleva la Comunión y paquetes de ayuda a familias en sus casas, visita a soldados en sus puestos de control, organiza actividades para distraer a los niños", relata ACN.
El sacerdote dijo que "hago lo que hacía antes: sirvo a Dios, a la Iglesia y a nuestro pueblo. Intento estar más cerca de los que luchan con el enemigo y de los que luchan contra el estrés y la ansiedad".
La fundación pontificia indicó que "el P. Andriy es uno de los muchos sacerdotes que transmiten consuelo y esperanza a la población asediada y bombardeada en Ucrania".
"En Ayuda a la Iglesia Necesitada damos gracias y pedimos a Dios por cada uno de ellos. Y con tu ayuda queremos poner en marcha un proyecto para el sostenimiento del P. Andriy y de otros 2.635 presbíteros valientes, para que puedan hacer frente a su manutención básica, y a la compra y reparto de comida y medicamentos para la población", indicó.