La Fundación Madrina denunció que la nueva ley del aborto, promovida desde el Gobierno de España, atenta contra la salud pública del menor, y advirtió que se ha eliminado de todas las administraciones autonómicas la figura del Defensor del Menor.
El anteproyecto de la nueva Ley del aborto, aprobado ayer en Consejo de Ministros en España, ha causado estupor en la Fundación Madrina, entidad de carácter benéfico asistencial dedicada a ayudar a las madres sin recursos que, en lugar de abortar, deciden tener a su bebé.
Su presidente, Conrado Jiménez, dijo a ACI Prensa que la nueva Ley del aborto atenta contra la salud pública de las menores de 16 y 17 años.
En España se exige la firma de los padres o la del tutor legal para que un menor de edad, pueda ir de excursión, comprar alcohol o tabaco. Tampoco le es posible a un menor sacarse el carnet de conducir o votar en los comicios electorales.
"Sin embargo, es inaudito", destacó Jiménez, "que con esta ley, jóvenes menores puedan abortar solas y sin el consentimiento de los padres, mientras que para comprar paracetamol en la farmacia se exija receta y autorización médica".
El Presidente de la Fundación Madrina recriminó además que se "ha eliminado de todas las administraciones autonómicas la figura del Defensor del Menor".