El Arzobispo de La Habana (Cuba), Cardenal Juan de la Caridad García Rodríguez, celebró una Misa por las víctimas de la explosión del Hotel Saratoga, en la que recordó a las familias "que la muerte no es el final de la vida" y que la esperanza cristiana enseña que un día se reencontrarán con ellos en la Casa de Dios.
Conforme han pasado los días, el número de fallecidos por la explosión del 6 de mayo ha ascendido a 46 víctimas. Aún permanecen internadas doce personas, cuatro de ellas son menores de edad. El resto de heridos ya fueron dados de alta.
En la Misa, celebrada el domingo en la capilla del Cementerio de Colón, el Purpurado recordó que "la Palabra de Dios afirma que la muerte no es el final de la vida de estos hermanos, nuestros difuntos, cuyos nombres están inscritos en este altar y en la memoria imborrable de nuestras familias".
El Arzobispo de La Habana consoló a los deudos al señalarles que "quienes hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios", que es amor y eterno, "no moriremos para siempre". La Biblia "nos dice que los hijos de Dios por el bautismo tenemos la vida de la Santísima Trinidad" y esa vida nunca termina, afirmó.
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Durante la homilía, que fue transmitida por el Facebook de la Pastoral Juvenil de La Habana, el Cardenal García Rodríguez se refirió a las imágenes religiosas que hay en el Cementerio de Colón, "que nos hablan de Cristo consolando la pena y el dolor de quienes lloran la muerte de sus difuntos. Aquí hay imágenes de la Virgen de la Caridad que nos consuela como Madre y nos acompaña".